Hola presentimiento destructivo y controlador de mente. Hoy me has acompañado y siento que dentro de unas horas serás más que sólo un presentimiento.
Tal vez así es como siempre ha tenido que ser. Tal vez la frase "Tú y yo" no es posible en nuestro universo. Tal vez mis esfuerzos nunca serán suficientes. Tal vez nunca te va a gustar mirar mis ojos. Tal vez mis latidos nunca te van a poder llenar. Tal vez nunca aprecies mis sentimientos. Tal vez nunca te interesen mis pensamientos. Tal vez simplemente estás obligándote a sentir y no funciona.
Hace casi 48 horas me di cuenta de que extraño lo anterior.
Recuerdo cuando sorpresivamente llegaban tus señales de vida y me hacían sentir bien. Recuerdo cuando escribías para mí y cada letra me hacía sonreír. Cuando tus ojos brillaban al verme llegar. Cuando tu sonrisa era profunda y tierna sin ninguna razón aparente. Cuando tus abrazos aceleraban el corazón. Cuando tus latidos eran melodía para mis oídos. Cuando tu tono de voz era frágil y armonioso. Cuando tus pasos se aceleraban para llegar luego a mi encuentro. Cuando nuestras miradas se cruzaban en una dimensión que sólo tú y yo conocíamos. Cuando tus palabras eran sorpresivamente lo que yo quería escuchar. Cuando ocasionalmente encontraba tus ojos mirándome.
Pensé que podía tenerte y hacerte bien. Pensé que no te perderías nuevamente en la agonía de tu cerebro controlando tu corazón. Me hiciste pensar que si querías y te interesaba mi existencia a tu alrededor. Creo que estoy acostumbrada a equivocarme y nunca me da miedo pedirte perdón y disculpas; El problema es que ahora todo cambió y mi mente egoísta no deja de apuñalar mis sentidos. Mi órgano vital comienza a perderse entre pensamientos y sus latidos ya no forman la melodía.
Es injusta tu actitud de semi venganza. Tu actitud de inconformidad con mi presencia, palabras y actos. Ahora si que pienso con seguridad que mi lugar siempre fue el segundo e ignorantemente desée el primero hasta pseudo-tenerlo. Ahora las consecuencias están agudamente desenvolviéndose en mi camino... tu desinterés corrompiendo mi estabilidad, tus superficiales palabras no llenadoras, tus miradas vacías, tus insípidos abrazos y tus actitudes frias.