sábado, 18 de junio de 2011

noes"gris"

La lluvia, el frío, las nubes y el color gris saben a Junio. Es como una mezcla que, al ser perfecta de esta manera, me recalca que Junio y Julio son los meses del año que me pertenecen y me acogen.
Está todo asociado con las bajas frecuencias pero conmigo no es así, o tal vez estoy conciente de ello y por eso me gusta, por ende, mi percepción de mi misma acaba de cambiar.

Hoy me aguanto, me trago el vomito y cuento. Me obligo a distraerme, lo digiero y lo vomito... pero aquí.
Merezco un aplauso, de esos que te marcan la sonrisa y la boca te duele; de esos que no te molestan, de esos que no son falsos y recalcan (cavernícolamente) que está/s bien.
Hoy elijo sentarme a mirar ojos, pero no sé cuales.
Hoy elijo callar, porque es tiempo de hacerlo.

Junio, yo te entiendo.

jueves, 16 de junio de 2011

Ver no es mirar

¿Habrá algo/alguien allá afuera que tenga un juicio de valor universal?, tal vez lo pregunto para poder seguirlo y calmar mi cabeza; ... omitir mis reflexiones acerca del bien y el mal.
Es como un miedo a vivir, una constante duda de lo que represento y si es que lo represento.

La verdad es que me he dado cuenta de la delicadeza de una persona (como raza humana) y producto de eso, resumo que no he sabido tocar la escencia de terceros, no la veo y en momentos como estos, sólo la pienso.
Al parecer no he sido lo suficientemente sensible en el momento en que no es dañino serlo; en el momento en que la vida permite aumentar el tacto, unirlo con los sentimientos y no terminar en el suelo nadando en algo que ni si quiera entiendo qué es.
Partiría este párrafo escribiendo que ahora comenzaré a abrir los ojos y a sentir los segundos como reales segundos, no como momentos que mis ojos ven subjetivamente, pero estas letras se convertirían en parte de una moraleja (que tal vez, a la vez, es parte de una fábula imaginaria que de alguna forma se puede encontrar) y me decepciona lo cliché.

Quiero darme cuenta de eso que está aquí, pero que es parte del más allá.
No sé si es el día, pero hoy siento que el principito tiene más razón que nunca.

domingo, 12 de junio de 2011

para mí

Una sinfonía truculenta, repetí en mi cabeza.
Un pedazo de cuerpo que tape las huellas para así reirme mirando a los ojos y jamás pensar, mientras me drogo, que cada uno de mis poros está podrido.

situnovuelves

¿Estaré condenada a escribir lo enfermo del amor? podría referirme a tanto y tantos, pero no.
Me enfermo y enfermo pero es lo que yo llamo "hogar", es lo que es familiar, es con lo que me siento comoda y cálida.
No quiero desprenderme, no puedo dejarme ir con la corriente.
Necesito presencias, necesito movimiento... la soledad suele ser tan hiriente, esta soledad que grita tu nombre, porque sólo es TU nombre con ecos de lo que hice. No hay más, no puedo más.

Me muero, me congelo, me detengo y me caigo.
Necesito ahogarme, desconocerme, quiero emborracharme.

Te amo, te quiero amar toda la vida.
Jamás te superaré, solo aprenderé a vivir con ello.

martes, 7 de junio de 2011

soyyo

Una canción interna, una melodía opaca y si la describo sería amarga, fría e incómoda. Estoy incómoda.
No sé si son los días, las luces, la gente o si soy yo (creo que soy yo).

¿Por qué tiene que pasar algo si me siento así?, ¿qué es lo que me tiene así?, detesto las preguntas, no me gusta llenarme de ellas.
En días como estos me siento vulnerable; me faltan abrazos con brazos protectores, me falta calma y una cama que abrigue en vez de congelar. No sé por qué asocio la tristeza con tu ausencia.
No es lo externo, es lo interno. No son todos, es mi mar.

domingo, 5 de junio de 2011

ciclos

A veces igual pesa, no te miento, pero luego me doy cuenta de que sólo decías disparates y me ayudo a desvalidar tus palabras, les quito su peso y las transformo en simples sílabas que recuerdo a momentos y no duelen.
En realidad ya no dueles ni desolas; te acepto casi como a un adjetivo, como a un hecho, o como a un relato más; uno de esos que ya te sabes de memoria y que siempre tienen distintas versiones y cosas que agregarles pero que, al fin y al cabo, siempre están dentro del mismo contexto.
Eres todo un tema, toda una historia pero no un libro nuevo o un borrador en el que se me ocurra escribir un nuevo fin, ya no quiero un nuevo fin... ya ni si quiera me animo a pensar en escribir algo, en trazar algo nuevo en tus hojas y creer en crear lo imposible.
Si te recuerdo es con una sonrisa, no con el corazón roto por mirarte de lejos. Si te veo, qué ameno se torna el día, pero ya no se transforma en un momento sublime y tal vez hasta extraño esa sensación de que el mundo se detiene, pero no quiero que se detenga por tí. Mi mundo se mueve y tampoco es por tí.
Estoy en una montaña de mis propias creaciones, de mis propios logros y canciones tranquilas; sonidos nuevos y colores que no había conocido tan personalmente, hasta ahora.

No me produces algo, yo produzco nuevas sensaciones respecto a ti. Sensaciones calmas, sensaciones y no dolores ni amores.
Siempre serás tú, pero ya no quiero que sigas siendo. Te recuerdo y te recordaré, pero a lo lejos y con esa misma sonrisa que denota mi nueva vida en la que ya no te toca estar.