domingo, 24 de julio de 2011

Masticabas y masticabas, te paraste y tu rostro cambió. Tosiste un poco, tosiste más y luego no pudiste. Tus ojos me gritaban que no querías que me preocupara pero que a la vez tenías miedo.
Mi cabeza comenzó a hervir.
Caminabas desesperada, el aire no entraba. Ruido de ahogo.
Caminaste y te seguí, no podías respirar. No podías respirar.
Ahora habían gritos dentro de mí, mi cuerpo se movía torpemente tras tus pasos.
Llegamos al baño, seguías ahogada. Buscaste aire en la ventana, pero no te lo entregó.
Las imágenes comienzan a desaparecer, mi cabeza llora, te agarro y te aprieto buscando que el aire vuelva a tí.
Tu cara está perdiendo el color. ELIPSIS. Escalera, las cosas se caen de tus manos. Yo perdí mi cuerpo y la vida comenzaba a perder sentido.
Te ahogas, te ahogas, a penas caminas, te vas a desvanecer, te vas a caer. Mamá, te vas a caer, mamá te voy a perder, mamá no te vayas, mamá por favor. Vida de mierda, todo de mierda, por favor, por favor.
Aire, aire, el aire entra, el aire volvió a entrar, el aire se reincorporó, los ruidos son menores. Te tiras al sillón a descansar. Mis manos tienen epilepsia y te buscan, te abrazo, te lloro. Volviste, no te fuiste. No te vayas. No te vayas.
Te amo, te amo, te amo.

jueves, 21 de julio de 2011

yo no quería

Me desperté porque me obligué... eran las 6 am.
Mi tortuoso viaje mental me dejó en silencio y tuve miedo. Luego miré hacia el lado y no había nadie.
Me levanté, pero toda mi existencia no.
Hagámos que no importe, inventemos voces o, mejor aún, finjamos que las voces de la TV son de gente que está cerca, hasta que salga el sol y así, en ese momento, poder volver a dormir.

¿Por qué nadie me saca a pasear?.
Me cansa pensar lo frío de mis días, me aburre, me aburrí. No debería, me esfuerzo y omito; converso y lo grito pero siempre vuelve, siempre vuelven pero más que nada, siempre se van.
¿Por qué se van? No quiero ver cómo la imagen se vuelve cada vez más pequeña.
¿Por qué se van? Debo ser yo, no hay más que yo y mis ojos. Hago mal.
Quiero que llame. Quiero que me invite. Quiero que sonría. Quiero que abra los ojos.
¿Por qué debo rendirme? ¿Por qué tengo que asumir que esto siempre será así? ¿Por qué tiene que abandonarme estando presente? ¿Por qué siento que no importo? ¿Por qué me mira y no sonríe? ¿Por qué siento que le molesta mi voz? ¿Por qué me quiebro siempre al estar a su lado? ¿Por qué no soporto su silencio?
Yo sólo necesitaba abrazos, yo podría haber sido distinta si me hubieras llevado contigo; sería distinta, así, de esa forma que a tí te hubiera gustado. Hablaría diferente, me vestiría distinto, mi pelo no te avergonzaría y mi tristeza no te aburriría.
Tal vez me abrazarías, tal vez me mirarías ccon orgullo y yo no tendría que convencerme de que en verdad es sólo mi mente pasando por una crisis.
Tal vez nuestras habitaciones estarían más cerca, tal vez mi última llamada perdida sería de tu número, y probablemente yo no estaría escribiendo esto.

Lo imposible de un momento afectuoso ha hecho esto de mí, lo tortuoso de mis noches me hizo hablar sola, lo triste de mi infancia me hace odiar y buscar, a toda costa, algo/alguien que me de al menos un segundo de amor. Prometo entregar mi vida al primero que llegue y me haga sentir bien. Prometo enamorarme, para luego ser abandonada y sufrir, para luego encontrar y jugar.

viernes, 1 de julio de 2011

aunséqueestamosbien

Ya, pero hoy necesito esos gestos.
No sé si duele o perturba, pero no recuerdo las conversaciones contigo y si quiero pensar en tí, el hecho de verte junto a mí me resulta extraño y ageno.

He visto esa sonrisa pero, ¿cómo es que no la siento?.
Y es que ahora rebalso en sensaciones, pero me ahogo en palabras que no encuentro, tú solías encontrarlas. ¿Vuelve? ¿por qué es que aún no vuelves?, perdón.
No te vayas de mí, no te transormes en algo que no me pertenece porque si no me perteneces no tengo nada, nada de lo que quiero tener y tenía pero no supe tener. Ahora tengo pero diferente, no sé si para siempre, pero quiero lo que tenía que parecía eterno y no supe hacer durar.
Recuerdo lo reciente, sólo lo de aquellas veces... ¿qué pasó con lo compartido y permanente?, ¿acaso fui yo quién lo perdió?, ¿es relevante buscar un culpable..., cuando siempre resulto ser yo?.

Voy a sentarme y pensar (tal como hace unos segundos), y traer tu olor del aire, absorver tu tono de voz y aprenderme de memoria todos nuestros diálogos. Voy a sentir el calor de todos tus abrazos, besos y otras cosas.
Voy a revivirte en tu muerte, voy a condenar tu cuerpo al mío.