Mi cuerpo asumió en su totalidad. Camino y profundas ondas te hacen casi tangible; no es lo que debo.
Mi aura cambió, miro hacia el horizonte y hay luces de por medio, estoy encandilada.
Puedo adornar mi lenguaje y ocultar lo profundo del adolecer, quiero que deje de ser un crimen sentir y expresar.
Emanar, como antes, ya es una epifanía.
Después del 28-2 y 6+1, todo es un tránsito momentáneo al cual le resto importancia porque volverás, es el eterno presente, casi inconsciente porque estoy consciente.
No sé qué eres, pero me perteneces.
Me he reído más que nunca.
Que haya una única sombra en el suelo sorprendentemente me hace feliz.
lunes, 16 de julio de 2012
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