sábado, 12 de noviembre de 2011

NO, no es un simple sentimiento. No es un simple "perdón". Es nuestra existencia en conjunto que está llorando (pero no más que yo).
Por la mierda, por la chucha, estoy gritando en silencio para no alarmar tanto.
Te necesito en mi vida. Me sorprende el que te hayas vuelto la mujer de mi vida, mi único pensamiento, mi más agudo suspiro y mi eterno sueño y pesadilla.

Quiero entregarme, no tengo dudas. Quiero gritarlo, no tengo frenos.
Porque todo me recuerda a ti; las calles, los lugares, las palabras, los gestos, los sabores, los olores, las canciones, las personas, las sensaciones.
Mi pieza, mi cama, mis paredes, mi cocina, mi baño, el Lucas, el auto, mis almohadas.
Te extraño tanto que me duele la vida, me duele respirar, me cuesta levantarme pero tú eres mi meta y llegaré a tí.
Quiero mirar tus ojos (los más hermosos) y sentirme completa, tener tu olor cerca y que me lleve a viajar. Mimarte y darte todos los besos que no te he dado, darte mi cuerpo entero y jamás soltarte.
Estoy dispuesta a todo si es por ti. Te amo con todo lo que tengo.