Los estímulos externos se adhieren a mis ganas y mi identidad, las palabras se tornan obligaciones y pseudo leyes que -sin razón aparente- cumplo y me ahogo.
No entiendo ni sé por qué mis sensaciones se apagaron, se opacaron y están muriendo; Agonizan sin la esperanza de recobrar vida, por ende están muertas para mí y para todos.
Ya no es sano recordar -al parecer-, cada segundo de flash back retuerce mis entrañas con anhelos infinitos de revivir viejos tiempos.
La imposibilidad que siento, las pocas opciones, las pocas sensaciones que habitan en mí, son aliadas de la futura destrucción total de mí. Cada detalle de la vida cotidiana es totalmente capás de martiriarme hasta el segundo en que mi mentalidad cambie radicalmente.
Tal vez por eso estoy llena de anhelos imposibles y truculentos que me dan razones por las cuales luchar, metas que cumplir... metas que si llego a cumplir me sentiría decepcionada infinitamente de mí y aún así me alimento de eso, con el bonus de que todavía soy capás de llenarme con la fina linea de lo bueno que tienen cada uno de esos anhelos.
No me agrada mi poca capacidad de satisfacción ante algo, más bien, lo detesto, me perturba, me tortura.
Pero ¿es mi culpa?, o ¿es que no tengo reales motivos de satisfacción?.
Hey, no me siento llena, no estoy plena... falta algo, faltan miles de pequeños "algos" inalcanzables a mi raciocinio y que no quiero que alguien se esmere en darmelos, porque no y no; Es que pierde la gracia, todo ya no tiene gracia, no hay algo emocionante, no hay sensaciones, no hay colores.
La decadencia emocional de mi entorno, la monotonía de los actos, las palabras vacías y los habitos fríos han comenzado -oficialmente- a carcomerme y por primera vez -creo/siento- que no puedo auto revivirme. Las palabras vacías ya lograron dominar mis sentidos, las miradas ya acostumbraron a mis ojos a perder el brillo, los latidos ya obligaron a los míos a ser monótonos y a pesar de que sé que voy muriendo, también me acostumbraron a disimularlo.
Me echo de menos.