No me sirve pensar que quiero ser vil porque después tengo espasmos mentales insoportables. No me sirve querer ser pseudo guarra porque nunca lo he sido ni lo seré, no nací con el don. No puedo guardar la compostura y calcular cada uno de mis impulsos, palabras, pensamientos, caras. Me gustaría sinceramente no pensar e imaginar tanta extrañeza, como aquellos paseos en el centro con la musica aislandome de la sociedad y mi cerebro y esencia en otro lugar imaginando/te y /me a la vez.
Prefiero, honestamente, guardar cada pensamiento mutante que es imposible de verbalizar, para así no esforzarme en que la gallada entienda lo inentendible, lo que nunca alguien ha entendido, lo que nunca alguien ha podido entender sin antes mirarme con cara de "estaweonaestáloca".
Uh, tengo algo bueno. Te tengo a tí y puedo verbalizarlo.