viernes, 26 de noviembre de 2010

A llorar.

Hoy todo es mierda, como todos los días cuando me despierto. Hoy no puedo respirar, como cada puto segundo de mi vida. Hoy, me di cuenta de que te olvidaste de mí y mi explotado mundo no sabe cómo reaccionar, porque ya no hay nada que me mantenga los latidos para así sobrevivir. Me estoy muriendo y ya no tengo de dónde afirmarme. Me desvanezco en tu sombra que se aleja cada vez más.
Hoy es un día como todos los de este año... un día enfermo, negro, lleno de angustia, lleno de dudas, de dolor, de frío y sobre todo soledad.

Había olvidado cuánto dolías en mi pecho..., cuánto pesas en mi ser completo.
No soy capaz de estar sin tí, pero hoy ya no me quieres y es tan evidente, que me siento convulsionar.
Hoy será un día a solas, recordándote y torturándome, porque lo único que sé es que te amo y aquello cumple muchas funciones, entre ellas, pudrirme en tu recuerdo porque esa es la única forma de tenerte constantemente en mí, cuando no me quieres tener constantemente en tí.




Hola, Karma, ya entendí.