Hoy te he llorado todo el día sintiéndome horrible, secándome y mojando mis sábanas a la vez; hasta nadar en mi propio mar para luego así hundirme.
Hoy te he necesitado como nunca y no estás, no puedo ubicarte físicamente pero lo he intentado de otras formas y tampoco resulta. ¿No me oyes gritar tu nombre?.
564.258.254 litros e ideas masoquistas en tu nombre. Esto se volvió inhumano, mis manos temblorosas no se cansan de anhelarte y mis ojos a duras penas se mantienen abiertos.
¿Por qué no me llamas? ¿No te has acordado de mi nombre? ... existo y no puedo sin tí.
Quién sabe cuándo podrás leer esto, tal vez nunca o tal vez ni si quiera recuerdes que este es mi lugar para morir... no creo que te acuerdes de mí.
Seguiré llorando y gritándo a todo aquel que pase frente a mí, porque si no son tus ojos yo sinceramente no puedo seguir.
Me parte el corazón tu ausencia y sobre todo el hecho de que no me recuerdes. Escucho mi vida quebrarse y me has demostrado que no te importa.
La única pregunta que gira y causa eco en mi cabeza es: ¿Por qué no me has llamado?.